viernes, 21 de junio de 2013

Mi colección: Travels with a Donkey

Hoy voy a hablar de mi afición a coleccionar ediciones antiguas de libros. Es una afición relativamente reciente y todavía no tengo muchos, pero quiero compartirlo con vosotros.

No hay nada como un libro en papel, por mucho que se imponga el formato digital, formato que yo también voy asumiendo. El tacto de las hojas, la encuadernación, el olor del libro… es una sensación indescriptible que se está perdiendo con el tiempo. Y todas estas sensaciones están todavía más presentes cuando el ejemplar que sostienes entre tus manos es uno con historia. Tiene algo de mágico el hecho de sostener un libro que ha pasado por distintas manos, que pertenece a una época anterior a la tuya, habiendo incluso sobrevivido a guerras.

Por desgracia no tengo en mi colección ninguna primera edición (todavía) pero con el tiempo, cuando mis condiciones económicas mejoren, espero poder conseguir alguna. En algún momento he estado cerca. En una ocasión estuve contemplando durante un buen rato la primera edición de "Peter and Wendy", el libro se encontraba tras una vitrina y yo lo miraba embobado, con la tentación de gastarme todos mis ahorros aunque fuese necesario para llevármelo. Pero al final se impuso el buen juicio y me di cuenta de que no podía hacer semejante desembolso, no entonces, aunque ya llegará mi momento.

También decir, que esta afición mía tiene un requisito fundamental y es que la obra debe estar en la lengua en que fue escrita, si no pierde todo su encanto. La mejor manera de conseguir entonces estos libros es en el extranjero.

De este modo, el libro que inició mi colección es el libro de viajes “Travels with a Donkey” de Robert Louis Stevenson. El autor es también conocido por otras obras más populares como “La isla del tesoro” o “Dr. Jeckyll y Mr. Hyde”. Así, entre sus escritos se encuentran grandes clásicos que pueden estar entre los favoritos de muchos. Es uno de esos autores que me encantan y por ese motivo también fue algo muy especial haber podido visitar recientemente Edimburgo, ciudad natal de Robert Louis Stevenson, donde todavía hoy se nota la presencia del autor y de todo aquello que le inspiró.

En cualquier caso, el libro no lo obtuve en mi viaje por Escocia, sino algo de tiempo antes y en otra ciudad distinta, Londres. El lugar, uno de los tantos mercados londinenses que poseen una gran riqueza cultural y literaria, y aunque los ejemplares más preciados es más fácil encontrarlos en el mercado de Portobello, en esta ocasión el hallazgo lo hice en un oculto y destartalado puesto en Camden. Por supuesto, cuando lo encontré, en tan buen estado y con su preciosa encuadernación, no pude resistirme.

Mi ejemplar es del año 1899, una 14 edición, lo que le separa unos 20 años de la primera edición que es del año 1879. Como ya he mencionado, pese a su antigüedad se encuentra en un estado impecable, con sus bonitas ilustraciones incluidas.

A lo largo de la entrada, os he dejado algunas fotografías de mi pequeño tesoro, y en próximas entradas hablaré del resto de mi humilde colección.




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